Aunque pequeña, Pei fué es y será una can de mundo. Pero vayamos desde el principio…
Pei-Ton nos sorprendió negándose rotundamente a ser la protagonista de una fiesta de quince.
En cambio, nos pidió el viaje…
Así fue como visitó primeramente París. Abajo la podemos apreciar de muy buen humor, con el arco del triunfo en el fondo.
Mas tarde viajó hasta Rusia. Sus innumerables lecturas de la Rusia leninista la habían dejado por demás curiosa. Esta visita marcó un antes y un después en la vida de Pei-Ton.
Decidió entonces cambiar el rumbo de su viaje, y teledirigirse nuevamente a América. Pero esta vez Central. Donde la revolución a su entender, aún es plaucible.
Pei se fue a Chiapas y conoció a las comunidades zapatistas, su organización, su modo de vida, sus principios…
Y también conoció al perro del sub comandante Marcos. La tuvimos que ir a buscar para traerla de regreso. Se negaba. La dormimos y la repatriamos.
Éste es el cràpula del can del subcom, con quien me comuniqué recientemente, preocupados ambos por las cuentas telefónicas que surgían de este amor a distancia.
De todas maneras SABEMOS que siguen en contacto... la fotografiaron recientemente en el centro de la ciudad entablando una comunicación telefónica.
Intentó disimular, pero no alcanzó a colgar antes de que le sacaran la foto...
"La adolescencia" que le dicen...










No hay comentarios.:
Publicar un comentario