martes, enero 05, 2010

Mi bolsa y yo

Aclaración

Esta entrada no pretende que el lector se sienta de repente empático con mi situación, ni que me haga llegar sus condolencias a mi teléfono celular, mail, bipper, gps, ni que se ponga condescendiente con mis ingenuas ideas sobre la vida. Nada mas quiero hacer trasmitir este tembleque de mi cuerpo por mis dedos y de allí directo al espacio.

La creación.

Había una vez una explosión, llamemosle BIG BANG (para innovar un poco... ja). A partir de ahi surgió algo nuevo que anteriormente no estaba -al menos no en la superficie. Ese día, y a partir de esa especie de vómito psiquiátrico nací yo, la nueva Lucha, quizás la única que existió. Conmigo vinieron una tablas con unos mandamientos irrenunciables. Uno de ellos, escrito en piedra bolita, lo encontré en mi bolsillo. Decía; “no llorarás cuando vuelvan a echarte todo tu estúpido amor en la cara”. Otros decían por ejemplo “no seguirás comiendo cuándo te sientas ya saciada y llena de comida en tu interior”.

El presente

Cometí ayer en la noche el pecado de lloriquear un buen rato luego de ser objeto del desamor. Pero como soy ante todo una mujer religiosísima, adepta a mi propia fe, esta mañana desperté y luego de auto flagelarme con un látigo por la espalda por haber incurrido en falta grave, me dije... “si me lo echó a la cara me lo voy a quedar... no hay que andar desperdiciando nada en estos tiempos que corren”. Así fue que horneé un pastel de manzanas, pinté mis ojeras y me vine a trabajar dispuesta a seguir al pie de la letra mis mandamientos. Señora, señor, no voy a ponerme en el fácil lugar del despecho ni mucho menos de la superación prematura. Pero no voy a sentirme mal por haber querido, por haberlo intentado. No voy a ocupar el lugar de la víctima que se vuelve a casa con su bolsita llena de esperanzas, proyectos, cariño. Tengo una y me enorgullese. La tengo conmigo y es mía. Todo mi amor es mío. Sé que mal de muchos es consuelo de tontos, pero no puedo dejar de tener presente que hay demasiadas personas que no tienen mas que sacos muy muy rotos de auto-destrucción.

Declaración final

Porque quise animarme y me animé, porque no me salió pero algún día me va a salir, y por sobre todo porque la única que puede hacerme mal soy yo misma y no voy a permitir que nadie mas lo haga por mi, levanto esta copa y me prometo, te prometo, les prometo, que ésto- aunque duela-... también va a pasar.