sábado, octubre 29, 2011

Susto


No vaya a ser cosa que me deje llevar por el viento hasta darme cuenta que viajé tan lejos... que ya no sé volver. Por que... es necesario volver... ¿no?

Por eso retomé a Cortázar. Porque me enamora en cada párrafo, y no hay otro como él, porque él siempre está ahí. En mi mesa de luz, en la repisa, en la biblioteca, en la librería. Ya se dónde ubicarlo. Gran invento. Sencillamente genial. Igual no siempre funciona. Te encuentro entre renglones. Eso es trampa también.

Necesito salirme por un rato de lo que me está pasando. Busco fotos y reconfirmo que esa soy yo y que los otros son mi gente. Tengo amigos, tengo un mundo que va más allá de vos. Sí, lo confirmo. Están ahí y siempre van a estar. Entonces me calmo un poco, todo sigue en su lugar. También mi cuerpo, aunque cuando mi cabeza está distraída, suele tener la osadía de dejarse llevar.

Ahí va volviendo a su lugar el avispero. Que no se mueva tanto, que vuelve el vertigoPor eso retomé la escritura. No va a ser cosa que yo no exista, que no sea nada.