domingo, abril 06, 2008

Para lo que hay que oír...

Me hice de una radio AMBASSADOR. Es uno de los primeros aparatos de amplitud modulada con transistores, y la encontré reposando sobre un placard en la casa de mi abuela. Suponemos que data del año 60 o quizás antes. Una verdadera reliquia. No funciona, por más que hemos hecho inmensos esfuerzos por arreglarla, tememos que se haya quemado alguna cosa. Adentro tenía nidos de arañas, toda clase de ácaros, y tanta tierra como hay debajo de tu cama.

Cuando yo era más chica, al cumplir una edad razonable se pedía un equipo de música. Me acuerdo que el que tenía el mini componente más grande era el más pillo. Resulta que diez años después, el que tiene el aparatito mas chico es el más copado.

Soy de una generación que casi nace por internet. No me quiero hacer la joven, es cierto, no había tanta Internet pero al menos el boom de las PC ya estaba en marcha. La nueva generación sí que nació conectada a la red de redes. Y en esta era del Mp3, o Mp4, o ¿acaso ya salió el Mp5? todo es por demás descartable. Si te comprás un teléfono celular con mp3 a los dos años sale el mp4 y quedás boyando como un tarado. Si te comprás un TV 29” al otro año si no tenés un plasma sos muy out. Y la publicidad te bombardea haciéndote pensar que no podés vivir si no tenés el equipo de última generación.

Mi MP4 dejó de andar hace una semana. Era una mierda de cien pesos que no servía para nada, porque el verdadero Ipod está muy lejos de mi realidad. No lo tiré. Tampoco tiré el MP3 que había salido mucho más que eso y que tuvo su infeliz deceso hará algo mas de un año. Estoy segura que cuando mis descendientes encuentren mi FAKE POD y vean que no funciona, nadie lo va a poner sobre una mesa, lo va a lustrar y lo va a venerar tanto como yo a mi AMBASSADOR. Lo puse sobre mi placard a juntar tierra, con la sola intención de hacer la prueba.

Así es que tengo a ese objeto inerte y me he convertido en una fetichista del tiempo. Ahí está ella, reluciente, gozando por no haber perdido del todo la batalla. Tenerla me recuerda que el mundo no siempre fue tan gil.

La gigante AMBASSADOR está hecha para durar, para sobrevivir en un mundo que no era tan efímero como éste. Permítaseme fantasear con su final:

La AMBASSADOR trasmitía radio teatros, noticias del campo, anuncios de perdidas de vacas y médicos que trabajaban a domicilio. De manera progresiva lo que anunciaba se fue haciendo cada vez más patético y así fue como un buen día, abuela y abuelo le metieron una patada tan grande que un transistor saltó y calló justo en la pileta de la bomba de agua. Mi abuelo resignado dijo algo así como: “ma´si, para lo que hay que oir!”. Y la dejó sobre su placard. Cuatro décadas más tarde llegó de visitas la nieta desencantada y la puso en su lugar después de entender que ese aparatejo estuvo hecho desde el principio para durar y perdurar por siglos, y que lo que hizo que dejara de funcionar no fueron las patadas del abuelo, ni los golpes de tensión. Lo que en verdad mató a la AMBASSADOR fueron los tiempos.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

El tiempo...

Yo también recuerdo el super AIWA de mi tía, que tenía casettera, toca discos y compactera! (de las primeras que salían). Así como también tengo el equipo de mi abuelo: un wincofon tremendamente genial.
Anda que da clambre. Y la forma en que lo conseguí fué similar a la tuya, lo cual me hace sentir no tan solo.

Ahora bien, retomando la idea principal, tu idea principal, la lamentable obsolescencia planificada es algo contra lo que quiero luchar como sea. Porque se da en todos los ámbitos y nos esta convirtiendo en seres cada vez mas materiales... y no hay nada que podamos hacer para despegarnos de esa idea.

Me refiero a que está todo planeado para que dure lo que un pedo en una canasta. Es la idea! ¿No es trágico? Yo cada día pienso mas en la desafortunada forma del devenir del hombre. Quizas podamos hacer algo para cambiar el rumbo.

Yo desde mi vida, actúo a consciencia para evitar caer en el juego del marketing de las empresas.

Pd: te averiguo si a la vuelta de casa arreglan esa radio. Es un local de dos viejos que reparan wincos, y todas esos aparatos, son dos grosos.

Lucha dijo...

Es tragico Carpa tal cual! Tenés mucha razón. Y sería genial si pudiera arreglarla, así que si, la voy a llevar con los viejos del winco!!