Viajeras con retorno

Se acerca imponente, arrasante, y lo pájaros vuelan apurados a refugiarse en sus nidos. Los mas atentos cierran sus ventanas y los que están en la calle se apresuran por llegar. Sólo las plantas la esperan impacientes, a que descargue en ella su furor nutritivo.
Ruge como un tigre enojado y les da un tiempo extra a los que no se han escondido. Surcan el basto cielo bandadas de gorriones y por fin ¡la primera va llegando y se estrella contra el pavimento, dando la señal de largada! Chiquitas, finas, y envaladas por la caída, van arrivando por detrás sin empujarse y otras miles las persiguen. Las mas jóvenes vienen jugando carreras aéreas para ver quien se estampa primero, o para caer en los lugares mas insólitos y allí quedarse, hasta que el sol, o alguna gracia, decida evaporarla, y hacerla regresar invisible al lugar de donde salió.
Las mas viejas y sabias, las que ya han retornado muchas veces, son las que junto con el viento ofrecen una homenaje musical, una sinfonía de frescura, para la reina naturaleza. Algunas, después de terminado el concierto, gustan de seguir jugueteando, y se tiran desde los techos, con la complicidad de la pequeña brisa, para caer graciosas en el cuello de algun despistado.

Lucha