lunes, septiembre 19, 2011

Vino, charleta y desviaciones instintivas de tercer grado.


La culpa de mi ausencia en mi propio extraño mundo es en gran parte de mi psicoanalista. Ella divina, no es menos cierto. Pero ¿exageré en el desanudamiento? ¿O es simplemente que voy creciendo y me voy poniendo aburrida? No lo sé.

- ¿Será que se me agrandó de mas el asteroide?-

Hoy viajaba para BsAs y al lado mio venía una pareja de mas o menos 70 años. Él con una boina a cuadros y un saco gris, achinaba los ojos para leer un cartel pegado en el baño. Ella leía las necrológicas del diario local. Dos clichés de vegestorios. Primero me dió como un sentimiento amoroso:
-Ay.. pero que lindos viejitos, tan amorosos...-

Pero después... después me brotó otro sentir, bastante distinto... Lo tendré que admitir... malditos viejos: me dieron envidia.
¿Estoy mal?
Es que ella le contaba sobre los muertos del día, y él le ponía atención y trataba de hacer memoria de cuál era el muerto. Ella le referenciaba medio barrio, y el miraba el horizonte muy concentrado tratando de recordar, como si el asunto fuera de vida o muerte (cuac). Después cambiaron el tema, y él le explicaba que el tránsito estaba infernal y no sé como terminó hablando de la onda verde de nuestra ciudad de las diagonales, según él, privilegiada por la más fina sincronía.
En un momento se reían. Y después el viejo se durmió con la mano en la pollerita marrón de la señora... Y ahi volvió la malvada Lucha, en su extraño mundo... que se consolaba muy lironda (censurado para menores):


-Ah, seguro de joven el viejo era de terror... capaz también la cascaba y la vieja aguantaba.

Mala! Me salió muy mala. Muy de adentro. Muy de ex Lucha. {¿Qué pasó? No ibamos a empezar a creer en el amor vos y yo? ¿Cuándo? No te hagas la tonta!!}- (perdón por la interna)

Pero disculpemos-me
¿Estoy mal?- me preguntaba líneas arriba.
No señora. No señor.
Pero estoy sola, y eso explica muchas cosas!

Capaz que quiero que alguien me hable de la onda verde, y leerle- no las necrológicas, porque nunca me van a gustar, pero- por ahi el horóscopo chino.

Yo-"Riqueza: Si vives pendiente de tus negocios, relegarás tu vida privada a un segundo plano. Que lo económico no gobierne tu existencia."
Él (divino)- Groso, le pegó justo
Yo- viste amor, que loco ésta estupidez total del horoscopo no?
Él (divino y re charleta)- Si, tan loco como la onda verde y... (blablablablablabla hasta que se duerme sentado)

No sé. Digo, es bastante poco lo que pido. Puedo variar las temáticas también.
Y bueno, yo creo que quizás todo eso me está poniendo un poco aburrida. Todavia no encontré a quien leerle el horóscopo y mientras se toma su buen tiempo en llegar, yo envidio a esos dos viejitos que se tienen entre si.

Hoy me debatía entre viejas ideas todavia muy arraigadas en mi del tipo "ah, no es necesario andar complicándose la existencia con relaciones", frente a nuevas ideas, un poco mas pensadas quizás (después de que la aplicación de las anteriores dejaron saldos negativos):

Ex Yo-Las relaciones pueden ser un verdadero culebrón interminable y doloroso.
Yo - Si, es verdad. Pero no por eso todas son iguales.
Ex Yo- Bueno si, que se yo, a alguien le habrá pasado alguna vez que no fue todo una cagada...
Yo- dale basta apocalipsis now!
Ex Yo- no me rompas mas los ovarios creída del orto! que te hacés la que te las sabés todas y que ahora superaste tus conflictos, pedazo de mersa. Andá lavarte el culo con puloil.
Yo- ma si, con vos no se puede hablar: adolescente!

El cambio de óptica con el que ando luchando al momento tiene mas que ver con el "para qué". A veces me siento sola porque si bien siempre me rodea gente, no necesariamente esa gente me acompaña. Quizás es ésta etapa de la vida, no hago una valoración al respecto. Pero por eso me decía, un poco murmurando para adentro (no vaya a ser cosa que ni yo misma me escuche) que quizás me vendría bien un compañero. Y es que por lo menos algunos tramos de la vida merecen compartirse.
Este es mi tramo de vino, charleta y desviaciones instintivas de tercer grado. De éstas últimas nunca faltan, pero las dos primeras son también interesantes. Quizás sea tiempo de dejar la puerta entreabierta.

Ex Yo: Y si lo único que entra es un chiflete?
Yo: ... me pondré un poncho.
Ex Yo: Y si igual te agarrás terrible resfrío?
Yo: una aspirina!! Nadie murió por moquear un poco ¿no?
Ex Yo: ...

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