Me quedé colgada mirando los comments del post anterior. No pensé que mi entrada sobre lo molesta que me sentí un sábado por la noche podría tener ningún tipo de respuesta. Supongo que la dejé picando. Las lógicas para nada fortuitas instaladas en el imaginario hacen que la contestación más sencilla sea;
Chica que se queja = argolluda.
(O sea, seguro la piba se queja de llena.)
Y me quedé pensando de dónde habrá salido tanta cosa. Entonces pensé que podría llegar a ser algo personal. Pero si así fuera… ¿para qué entraría alguien a mi blog a poner un comentario así? ¿Acaso es un masoquista que gusta de propinarse flagelaciones insoportables tales como entrar al insoportable mundo de lucha?
No. Pantro no es así. Pantro es así:
Eso si. Pantro no se queja.
¿Y porque no?
Porque se la aguanta.
¿Y porque?
Porque no es ningún puto.
La cosa es algo asi Pantro; yo me tengo que quejar. De otra forma no podría existir. Es la forma en la que aguanto mejor.
Ojalá todos lo hicieran mas seguido en un blog. Nadie tiene necesidad de pasarse horas leyéndolo. En cambio si todos se quejaran en plena reunión de amigos un sábado por la noche… eso sería insoportable.
Pero analicemos todo como debe ser; sociologicamente. Ponele.
"La queja de balde". Esa cosa instrinsecamente femenina.
La queja a viva voz por parte de una chica se ha aparejado con el tiempo a la palabra histeria femenina. Y no es de feminista que encaro el tema por acá. No fui yo la que hizo referencia a la argolla.
Se queja una chica porque es histérica. ¿Pero que pasa si se queja un varón?
Y bueno, si se queja es porque ESTA CANSADO.
Hombre que se queja = trabajador
(el tipo está cansado y no es culpa de él. Lo explotan y no se lo merece)
Y la otra;
Hombre que se queja de más = es puto.
(el tipo es un sensible y se la come doblada)
Hay lógicas ya armadas que son más fáciles que pensar. Así, podemos decir que ningún hombre se quejaría en un blog. Y eso no es por piola. Es por miedo. Miedo que lo tilden de puto.
Bueno basta. Cuánta sociología.
Todo esto es la pedo, porque si. Soy argolluda.
Digamos directamente que SI. Soy argolluda… Me encabrono a gusto y piachere. Me resulta mas fácil sulfurarme que darme por satisfecha.
Y como no soy ninguna desagradecida, voy a aportar a algunas claves que permiten confirmar que si. Que soy.
Nro
Nro 2. Acabo de encontrar un pendejo en el azúcar. Y… ¡No es raro! Esto confirma que soy una argolluda! (Y no, no me gusta tocarme mientras tomo mates. No sé como fue a parar ahi)
Así es. Es evidente. Soy una tremenda argolluda. Pero quiero salir en mi defensa. Soy una tremenda argolluda, pero al menos tengo la tranquilidad de saber que mis quejas no recaen en la total in conducencia, ni mueren en el fácil reclamo. Seré una tremenda, terrible y desproporcionada argolluda. Pero intento al menos comprender mi propia conchudez. Si sale o no, lo dirá el tiempo.
Y mientras tanto señora, señor…
Seré una argolluda o no seré nada.
No te olvides de votar en la encuesta. Podés elegir mas de una opción.




No hay comentarios.:
Publicar un comentario